Tipos de fachadas: Clasificación y características



Guía sobre los distintos tipos de fachada

30 Nov 22

Como sabemos, la fachada es aquella parte de un edificio que da forma a su cara exterior. Si bien los edificios tienen varias caras exteriores, cuando nos referimos a la fachada de una vivienda, por ejemplo, solemos estar hablando de su fachada principal, es decir, de la delantera. Dentro de las formas que puede adoptar esta parte de un edificio, hablamos de los distintos tipos de fachada.

La elección y construcción del tipo de fachada más adecuado en cada edificación es un elemento esencial para asegurar la adaptabilidad del edificio a las temperaturas o a las condiciones meteorológicas propias de cada zona, por lo tanto, conocerlos es muy importante.

Presta atención porque te contamos cuáles son los principales tipos de fachadas y qué propiedades los definen.

Fachada pesada y sus tipos

Las fachadas se clasifican en un primer momento en pesadas y ligeras. Esta primera distinción se basa en si la fachada tiene suficiente cuerpo como para considerarse un elemento constructivo más, y no un mero recubrimiento.

Así, las fachadas pesadas se constituyen como un elemento con entidad propia dentro de la construcción, debiendo superar los 100 kg/m2. Asimismo, existen distintos subtipos de fachada pesada.

Fachada clásica o tradicional

Las fachadas tradicionales son aquellas construidas a base de materiales clásicos de construcción, como son la piedra o el ladrillo, entre otros. Este tipo de fachada se caracteriza por una instalación rápida y más sencilla, lo que también suele suponer un menor coste de construcción.

Por otro lado, esta sencillez también se debe a que no incluyen mecanismos para mejorar el aislamiento, como sí veremos en otras fachadas. Por tanto, este tipo de fachada, si bien es económica, supondrá más adelante un mayor gasto energético del edificio.

Fachada ventilada

Las fachadas ventiladas constan de 3 partes: una capa aislante, un revestimiento que dará forma a su exterior, y una estructura que sujeta el revestimiento al muro del edificio que soportará la fachada. Esta fachada adquiere su nombre por la presencia de una cámara de aire entre dicho muro y el revestimiento.

El porqué de colocar esta cámara de aire es gracias al efecto térmico que produce en el edificio. Cuando hace calor y suben las temperaturas, se genera una convección en el interior de la cámara que hace que el aire caliente vaya hacia arriba, saliendo por encima del edificio y evitando el calentamiento del mismo. Sin embargo, como en invierno no se alcanzan esas temperaturas, este efecto no se produce, por lo que el calor queda en el interior de la construcción.

Por otro lado, este tipo de fachada también protege al edificio del envejecimiento, las grietas o las condensaciones, al evitar que sufra temperaturas extremas.

Como se puede apreciar, es un sistema más complejo que el de las fachadas tradicionales, por lo que implica un desembolso mayor, pero supone una inversión en eficiencia energética y, por ende, un ahorro económico.

Fachada tipo SATE

Las siglas SATE responden a Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior. En este caso, también hay una capa extra de material aislante, pero estas fachadas se diferencian de las ventiladas en que no tienen cámara de aire, sino que la placa aislante se fija directamente al muro que la soporta. Exteriormente, un recubrimiento hace las veces de acabado externo de la fachada.

Lo más frecuente es que las placas aislantes del SATE sean de variaciones de poliestireno y lana mineral, que permiten reducir las condensaciones así como las zonas de rápida transmisión del calor.

Por tanto, las fachadas SATE se plantean como una opción intermedia entre las 2 mencionadas hasta ahora, siendo una variante más eficiente que la clásica a un menor coste que una fachada ventilada.

Fachada de módulos prefabricados

Como su nombre indica, este tipo de fachada se construye a partir de módulos prefabricados en industrias de forma totalmente mecanizada. Más adelante, se transportan hasta la obra donde va a estar ubicado el edificio o vivienda y se ensamblan directamente.

Los módulos que las constituyen suelen estar fabricados de paneles de hormigón, así como de madera.

Su forma de fabricación industrial hace que este tipo de fachadas sean líderes en rapidez, así como ofrecen una instalación también muy rápida y sencilla. Estas características también hacen de las prefabricadas un tipo de fachada muy económica, si bien cuenta con las desventajas de contar con ensambles menos firmes que el resto, así como tener menos posibilidades estéticas.

Fachada ligera

El otro gran grupo de fachadas que acompaña a las pesadas son las fachadas ligeras. La diferencia con las anteriores radica en que es una estructura que se fija al edificio por distintos mecanismos, pero manteniéndose independiente de su estructura.

Dentro de estas fachadas encontramos:

  1. Fachada panel: Se forma a base de paneles que se interrumpen entre forjados.

  2. Muro cortina: La fachada es una capa continua, como una cortina que rodea el edificio de forma ininterrumpida.

Suelen ser metálicas o acristaladas, y son de fácil instalación. Sin embargo, su condición independiente hace que no aporten un importante aislamiento, y poseen más necesidades de mantenimiento.

Con las fachadas livianas, termina la clasificación de los principales tipos de fachadas que podrás identificar fácilmente en viviendas, naves u oficinas.

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