Cuando nos embarcamos en la reforma integral de nuestra vivienda, oficina o segunda residencia, sabemos que el equipo de reformas tendrá que organizar una planificación de las distintas tareas a realizar en pasos ordenados.
Estos pasos se establecen en función de la prioridad que deben ostentar en el proceso de reforma, y se agrupan en función de su naturaleza (las instalaciones, por un lado, las labores de albañilería por otro, etc.) dando lugar a las distintas fases de una reforma.
En este artículo te exponemos de manera detallada los 6 pasos principales imprescindibles para completar toda reforma.
Aunque es importante no olvidarnos de la Fase 0, que se desglosa en 2 acciones previas al inicio de las obras:
- Despejar y limpiar los espacios que vayamos a reformar.
- Obtener los permisos de obra correspondientes.
Ahora sí, podemos pasar a contarte de qué fases consta una reforma integral.
Tabla de contenidos
- 1. Derribos y cambios de distribución, la primera fase de una reforma
- 2. Albañilería, un paso fundamental en una reforma integral
- 3. Instalaciones de electricidad y fontanería
- 4. Revestimientos y carpintería
- 5. Equipamiento del espacio tras los principales trabajos de reforma
- 6. Pintura y acabados, la última fase de una reforma
- El paso final al terminar las fases de una reforma integral
1. Derribos y cambios de distribución, la primera fase de una reforma
Lo primero en lo que se centra una reforma integral es en delimitar y dar forma a la nueva distribución que se haya escogido para la oficina, piso o casa a renovar. Esto, como es lógico, va aparejado de derribo de tabiques así como posible construcción de otros. De esta forma se establecerá el nuevo tamaño o habitaciones que se hayan acordado para la reforma.
Los derribos suponen eliminar antiguas instalaciones, suelos y extraer puertas y ventanas que ya no se vayan a utilizar. En este primer momento es en el que se producen más escombros, lo cual es importante tener previsto para poder retirarlos como es debido, es decir, en contenedores autorizados.
2. Albañilería, un paso fundamental en una reforma integral
Podríamos decir que el primer momento de demolición de estructuras ya forma parte de los trabajos llevados a cabo por los albañiles. Sin embargo, la fase de albañilería como tal comienza a continuación, y es en la que ya se va dando forma a los primeros elementos que deben aparecer en una reforma.
Estos trabajos incluyen labores como reforzar las estructuras del espacio, levantar los nuevos tabiques y sustituir aquellas estructuras dañadas, nivelar los pavimentos o preparar los elementos estructurales que necesitarán las instalaciones, como los espacios para tuberías o ubicaciones de enchufes.
3. Instalaciones de electricidad y fontanería
Una vez las primeras estructuras realizadas por los albañiles están listas, es el momento de posicionar las instalaciones tanto en fontanería como eléctricas, además de aquellas que se vayan a reutilizar así como las que se vayan a renovar.
Las instalaciones comprenden este momento de la reforma porque es cuando contamos con las estructuras necesarias para instalarlas de forma correcta y segura, pero aún quedan pendientes los trabajos que permitirán ocultarlas (como en un falso techo, por ejemplo) y ofrecer un perfecto acabado.
En esta fase de realización de una reforma, se instalarán sistemas como:
- Aire acondicionado
- Cañerías en baños y cocinas
- Calefacción
- Cableado
- Internet
- Conducción de gas
Además de otras posibles opciones que se quieran instalar y que, como las citadas, es fundamental que realicen técnicos especializados para garantizar el buen funcionamiento y seguridad de cada una de ellas así como del proceso de reforma integral.
4. Revestimientos y carpintería
Realmente, la fase de realización de una reforma integral que englobamos aquí incluye muchas pequeñas fases que, en conjunto, pueden agruparse, ya que consisten en empezar a colocar y perfeccionar las superficies del espacio, así como sus aperturas exteriores e interiores. Es decir: dar su forma definitiva a paredes, techos, suelos, puertas y ventanas.
En primer lugar, en este momento tiene lugar el enyesado, sobre el cual se cubrirá cada superficie con el material deseado y escogido previamente en la planificación de la reforma.
De esta forma, esta parte de la reforma incluye la colocación de los revestimientos del suelo, de cerámica, linóleo o mármol, por ejemplo. Asimismo, se colocará el pladur en aquellas ubicaciones con un falso techo, especialmente donde haya una instalación de iluminación o climatización, por ejemplo.
Por último, las labores de carpintería también son parte de esta fase de una reforma, ya que suelen suponer la instalación de puertas y ventanas, suelos de madera como la tarima flotante y el parqué, así como de mobiliario empotrado o cualquier otra superficie de madera, como los habituales frisos en los pasillos.
5. Equipamiento del espacio tras los principales trabajos de reforma
Una vez tenemos las distintas superficies de todas las habitaciones con su revestimiento correspondiente, llega la fase en la que se debe colocar el equipamiento de cada una de ellas.
Con equipamiento no nos referimos al conjunto de la decoración y el mobiliario, sino a aquellos elementos como grifos, encimeras de cocina, interiores de armarios empotrados, electrodomésticos, mamparas, duchas, etcétera. Todo aquel dispositivo o muebles que se une a la habitación de manera integral, constituyendo parte de la misma.
6. Pintura y acabados, la última fase de una reforma
Una vez que ya tenemos toda la vivienda, oficina o local equipado con los dispositivos y muebles necesarios, es el momento de pintar, proceso que dejará las paredes sin irregularidades y con la estética buscada; así como revisar y completar los acabados que sean necesarios, como molduras y últimos detalles.
El paso final al terminar las fases de una reforma integral
Una vez que se han completado todas las fases que hemos expuesto, podríamos decir que la parte de reforma, como tal, está terminada. Sin embargo, hay algunos últimos pasos que, aunque ya no entrarían dentro de unas labores de reforma propiamente dichas, son necesarias para dar el aspecto final a nuestra nueva vivienda. Estos son:
Limpieza tras la reforma: Un paso fundamental, ya que no podemos obviar la realidad de que una limpieza a fondo antes de colocar todas las cosas que faltan es un paso imprescindible al acabar las fases de una reforma integral.
Decoración y colocación del resto del mobiliario: Aquellos muebles que no formaron parte del equipamiento, como sillas, mesas o camas, se colocarán al acabarse todos los trabajos de reforma. Lo mismo ocurre con los objetos decorativos, que serán el último apunte antes de estrenar tu casa u oficina totalmente renovada.
Una vez que ya conoces las fases que debe tener toda reforma, puedes hacerte una idea de aquellos elementos que se verán implicados, así como de las principales consideraciones espaciales y temporales que hay que tener en cuenta. De esta forma, esperamos que te haya sido de utilidad conocer las fases de realización de una reforma integral.