Cookies

Cuándo es necesario rehabilitar la fachada de una vivienda



22 Jun 22

Mantener la fachada del edificio de nuestra vivienda en óptimas condiciones es una necesidad tanto estructural y funcional como estética. Ya vivamos en una comunidad de vecinos como en una casa unifamiliar, y sea una fachada de estilo más moderno o más clásico, someterla a los cuidados que necesita es obligatorio. Pero, ¿Cómo sabemos cuándo es el momento de rehabilitar la fachada de casa?

Al formar parte del entramado urbano, este tipo de restauraciones vienen marcadas por distintos factores estipulados por las inspecciones de edificios y ordenanzas institucionales. Así que no te preocupes, porque te contamos todos los datos e información para que sepas exactamente cómo y cuándo se debe rehabilitar una fachada.

Datos para saber cuándo hay que restaurar la fachada de casa

El principal condicionante que marca cuándo rehabilitar una fachada será la ITE (Inspección Técnica de Edificios). Esta inspección es obligatoria cuando el edificio cumple 50 años, y de ahí en adelante se exigirá de manera periódica pasarla cada 10 años.


Por supuesto, si se observan desperfectos o hay alguna preocupación por algún aspecto del edificio o la fachada, lo recomendable es no esperar a que llegue la fecha obligatoria para pasarla. Además, será importante revisar si hay alguna ordenanza municipal o autonómica que exija una periodicidad concreta a la localidad de cada vivienda.

Respecto a la fachada de casa, esta inspección se encarga de revisar el estado integral de la construcción, incluyendo su portada delantera. Así, un técnico especialista valorará los efectos de la climatología u otros elementos que puedan haber generado desperfectos en la fachada para establecer las condiciones de su rehabilitación.

Al terminar la inspección, todas estas condiciones vendrán estipuladas en un informe. A partir de aquí se enumeran todos aquellos elementos que hay que restaurar. Este será un documento fundamental para encargar la rehabilitación de la fachada a una empresa y obtener, a posteriori, la certificación de que se ha restaurado la fachada de una vivienda en tiempo y forma, tal como era obligado.

Pero vayamos paso a paso, porque tras la inspección del edificio que nos permitirá saber qué se ha de rehabilitar cuando se obtenga el informe, es necesario conocer qué permisos se deben solicitar para la restauración de la fachada.

Licencias necesarias para rehabilitar una fachada

Los permisos necesarios para iniciar la rehabilitación de una fachada cuando esta lo requiera son:

  1. Proyecto a presentar al ayuntamiento: La restauración de una fachada se considera una obra mayor. Esto quiere decir que el documento que se presente exponiendo el proyecto de rehabilitación debe incluir estudios que habiliten su viabilidad acreditados por un arquitecto.

  2. Licencia de obras: Esta documentación se completa aportando datos de la intervención así como el presupuesto de la misma, y debe estar firmada por la empresa que se encargará de la rehabilitación.

Además de estos permisos, una restauración de la fachada de casa exige el pago de impuestos como el de obras o la tasa de prestación de servicios urbanísticos. Sin embargo, normalmente las empresas constructoras que realizan estas rehabilitaciones de fachadas de viviendas asesoran y asisten a los vecinos que las habitan, para facilitar estos procesos burocráticos.

Formas de restauración de la fachada de una vivienda

Una vez se haya realizado la inspección y se tenga el informe que detalle las necesidades de la fachada de casa, es el momento de contratar a la empresa constructora que realizará la rehabilitación, y junto a la que presentaremos los trámites necesarios para iniciar las obras.

Los equipos de restauración de fachadas (que incluyen arquitectos, técnicos y profesionales de la construcción) ofrecen, habitualmente, distintas opciones de rehabilitación, aconsejando en cada caso según el estado y exigencias de la fachada:

  • Rehabilitación con SATE: El SATE es un sistema de aislamiento térmico de exteriores. Estos proyectos de rehabilitación se caracterizan por renovar el revestimiento de la fachada de casa con materiales aislantes y, sobre él, aplicar el enfoscado de protección y la decoración o estética que se busque en cada caso. Es una gran alternativa para mejorar la calidad de vida en viviendas que no cuentan con un buen aislamiento y buscan un precio económico.

  • Enfoscado de mortero de cemento: Este es uno de los sistemas de rehabilitación más clásicos. En este caso la fachada se cubre con una capa de cemento. Es una de las opciones más básicas cuando hay que rehabilitar la fachada de casa, y también de las más baratas. Sin embargo, no destaca por sus cualidades aislantes y exigirá mantenimiento a largo plazo.

  • Fachada con mortero monocapa: A diferencia del anterior, esta técnica es posterior y ofrece mayores ventajas en impermeabilidad y color. El mortero con el que se cubre la fachada incluye una mezcla de cemento con otros materiales y aditivos. Aunque, de nuevo, no se utiliza en proyectos que busquen mejorar las condiciones aislantes del edificio, es una opción que posee una gran variedad de acabados.

  • Rehabilitación de fachada ventilada: Esta opción es una de las más eficientes para restaurar la fachada de casa, aunque también menos económica que las anteriores. Se basa en la instalación sobre el muro de una capa aislante separada del revestimiento por una cámara de aire. Este sistema favorece la eficiencia energética, evita la humedad o mejora el aislamiento, entre otras ventajas.

Dicho esto, ya solo nos queda valorar otro factor fundamental a la hora de restaurar una fachada: el precio de la rehabilitación.

Precio de rehabilitación de la fachada de una casa

A la hora de establecer el presupuesto para restaurar la fachada de casa, no se pueden establecer precios fijos, sino que el coste final se situará en un intervalo en función de las necesidades de cada fachada en concreto.

Más allá de estos factores individuales, los condicionantes básicos para delimitar el precio de rehabilitación son:

  1. Extensión de la fachada.

  2. Antigüedad (este factor puede suponer cuidados y tratamientos específicos, pues determinadas fachadas consideradas históricas o de valor están protegidas).

En este último caso, las fachadas antiguas protegidas requerirán un presupuesto más elevado.

A estos factores se añaden el resto de especificaciones, como el estado de aislamiento de la fachada, su impermeabilidad, el tipo de fachada presente en la construcción, etc. Así como las herramientas y logística que requiera el equipo de restauración: arneses o cuerdas para el trabajo en altura o los andamios, en caso de que sean necesarios.

Estos medios utilizados por las empresas se justifican en función de las fases y labores que requiera la fachada de cada vivienda, así como la facilidad de acceso a las distintas partes de la misma y el grado de dificultad de la rehabilitación en su conjunto.

Teniendo en cuenta lo mencionado hasta ahora podremos obtener el precio de la rehabilitación de la fachada de una vivienda en sí, al que habrá que sumar el coste de las licencias y el pago de impuestos asociado a la obra para conocer el desembolso final total de todo el proceso.